No necesito una fecha especial ni una festividad para agradecer a Dios por personas y cosas en mi vida que él me regala. Javier Arturo Contreras Ávila, un ejemplo de vida, un trabajador honesto y responsable, entregado… Dios no pudo escoger mejor guía para mi camino y formación personal, mi padre a quien admiro; sus cualidades, consejos, persistencia y siempre buscando lo mejor para mi sin importar el costo o sacrificio. Clara Isabel Bolívar Gaitán, la segunda mejor mama del mundo, quien con carisma, alegría y cuyo fruto de trabajo se destina únicamente a mí, a quien a veces no parezco retribuir tanto que ella da, y aun así su tiempo de sueno sacrifica por un almuerzo listo para llevar. Dios me otorga, me regala cosas de las que a veces no me siento merecedor, entre ellas la vida, porque a veces no nos damos cuenta que muchos han cerrado sus ojos y que nunca más se volverán a abrir, pero los nuestros se abren en un amanecer cada día y si es así es porque algo nos falta por hacer. Y otras cosas que no vemos porque con ellas nacimos y por ende creemos que es un deber de la vida otorgarnos. Una vivienda, alimentación, un estudio; parecen cosas mínimas o que su existencia es lógica en nuestra vida, pero no nos damos cuenta que muchas de ellas han sido esfuerzo de generaciones, regalos divinos que muchos no tienen. Reitero mis infinitos agradecimientos a mi Dios, a mis padres quienes espero el guarde a mi lado por mucho tiempo, y como cada noche; a pesar que no pido nada para mi, solo le pido por su bienestar físico y mental, porque sus inquietudes sean resueltas y proyectos de vida concretados.
